Costos iniciales más elevados y conservadurismo del sector han impedido que se conviertan en una opción habitual.
Pocas herramientas de la economía mundial han sobrevivido sin grandes innovaciones tanto tiempo como los contenedores marítimos. A medida que los puertos, las estaciones ferroviarias y los almacenes permanecen congestionados con los contenedores marítimos estandarizados, tanto vacíos como llenos de productos, las ideas del sector observan ahora un equipo difícil de vender antes de la pandemia: los contenedores de transporte que se pliegan en forma de acordeón o son plegables hasta una quinta parte de su tamaño habitual, reportó Bloomberg.
Según las estimaciones de Drewry, casi el 27% de los 862 millones de contenedores de un TEU que pasarán por los puertos del mundo este año estarán vacíos. El costo para la industria naviera de llevarlas a los lugares donde se cargarán es de unos US$20.000 millones, según ha calculado Boston Consulting Group. Muchos pasarán días o semanas ocupando espacio en zonas de espera y almacenes ya saturados, lo que agravará los retrasos en las cadenas de suministro.