La pandemia cambió el mundo, nos dimos cuenta que es peligroso concentrar la fabricación en un solo sitio y muy lejos de los lugares de consumo; todos los países vivieron crisis en sus cadenas de abastecimiento por el Covid-19 que paralizó fábricas y puertos en Asia, por los problemas de espacio y falta de contenedores, por el cierre del canal de Suez cuando se quedó varado un barco y ahora por la invasión de Rusia a Ucrania.
La situación planteada genera una nueva oportunidad para Argentina porque nuestro país posee gas, petróleo, minerales, reservas de agua, una tierra maravillosa para producir -entre otros- granos, oleaginosas, carne, subproductos; en fin, toda clase de recursos y además RRHH para hacer funcionar lo que sea necesario. Con la capacidad que tenemos, porque no estamos en condiciones de abastecer al mundo con gas, con más carne, más granos, todo tipo de minerales, productos terminados, etc.; realmente me pregunto en que estamos perdiendo el tiempo y que barreras tenemos.
Algunas de las diversas barreras que nos impiden - por el momento- ser un lugar amigable y oportuno para las inversiones son: nuestra política, nuestras dificultades para ponernos de acuerdo en una visión de país que simplifique nuestra burocracia, normas laborales poco flexibles, muchos impuestos, seguridad jurídica inestable y muchos otros más; pero sobre todo tenemos una visión de corto plazo que muestra todo el tiempo que los temas que estamos discutiendo son los menos importantes. Nuestro país es casi monotemático pensando en las elecciones del 2023, en los controles de la inflación o en el mundial de futbol; mientras otros países están pensando como seducir al capital y mejorar sus economías atrayendo inversiones.
Será una verdadera lástima, si nuevamente perdemos la oportunidad de ser un lugar atractivo para las inversiones. El momento es ahora que el mundo está cambiando más velozmente producto de las crisis mencionadas. Nuestra historia de los últimos 70 años, ha demostrado con sus resultados que hemos perdido cuanta oportunidad se nos ha presentado (son hechos objetivos) y no podemos darnos el lujo de seguir siendo espectadores de las ventajas que aprovechan otros países. Nos lo dijo en forma directa hace 80 años Ortega y Gasset "argentinos a las cosas".